Por mucho tiempo, Omán ha sido un área codiciada debido a su estratégica posición frente al nacimiento de las aguas del golfo Pérsico. Portugal ocupó el país por más de 140 años y, actualmente, la nación es controlada por un rico y poderoso sultán. Omán es actualmente uno de los países árabes más desarrollados y estables, y puedes observar su abundancia y su poder económico al recorrer la capital y explorar su variado terreno.
Mascate, la capital del país y hogar del sultán, es una ciudad frente al mar en la que, a finales del siglo XX, se realizaron una gran variedad de proyectos lujosos, ordenados por el sultán Qabus bin Said al Said. Visita la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, el lugar de culto islámico más importante del país, con una capacidad para 20 mil personas. Su sala de oración cuenta con una de las alfombras persas más grandes del mundo. En la ciudad también puedes observar edificaciones impresionantes, como el palacio del sultán, decorado en tonos azules y dorados, y la Ópera Real de Mascate. En contraste con la modernidad del centro de la capital, en la bahía este puedes observar antiguas edificaciones, como el fuerte de Mutrah, un castillo portugués construido en el siglo XVI.
Dirígete a las montañas Al Hajar, una elevada cordillera sobre la que puedes encontrar algunas ciudades amuralladas. Durante tu trayecto, visita el fuerte de Nizwa, que data del siglo XVII, o conduce hasta el fuerte de Bahla, una construcción más pequeña, que data del siglo XII. Hacia el norte, puedes observar la montaña Jebel Shams, la más grande del país. Camina por sus laderas y dirígete hacia Wadi Ghul, una fabulosa formación geológica conocida como "el Gran Cañón de Arabia".
Acampa sobre las dunas de arena en alguna de las zonas desérticas de Omán. Las dunas de más fácil acceso son las del desierto oriental, situadas a lo largo de la costa este. Reserva un viaje para pasar la noche en este relativamente pequeño desierto, de 4,800 metros cuadrados (12,500 sq mi). Los viajeros más extremos pueden unirse a la aventura en el inmenso desierto de Rub al-Jali, uno de los más grandes del mundo. Aunque la mayor parte de este desierto se extiende a lo largo y ancho de Arabia Saudita, puedes conocer una pequeña parte en la frontera norte de Omán.
Si deseas refrescarte, aprovecha la costa de este país, y disfruta de las aguas del mar Arábigo en la ciudad turística de Sur. Relájate en la playa Ras al-Jinz, donde con suerte podrás observar a las tortugas que en ocasiones llegan a tierra firme. Date un chapuzón en las aguas color turquesa en Wadi Shab, un angosto cañón cerca de la costa.
Reserva un vuelo hacia el Aeropuerto Internacional de Seeb para comenzar tu viaje por Omán, y renta un coche para viajar de las montañas y los desiertos hasta la costa.