En Altea hay mucho de donde elegir: desde su comida con influencia morisca hasta su celebrada arquitectura cristiana española, además de permitirte practicar emocionantes deportes acuáticos. Este pueblo bohemio es un excelente lugar para que te hospedes unas cuantas noches o para visitarlo en una escapada para explorar la Costa Blanca.
Altea, un lugar más tranquilo que el adyacente Benidorm, te ofrece además una probada de historia española y varias galerías de arte. Con blancas casas sobre una pintoresca colina y calles empedradas que bajan hasta el azul del Mediterráneo, las calles de Altea son una de sus principales atracciones.
Pasea por el pueblo, donde verás edificios que son patrimonio cultural de la ciudad, además de galerías en cada esquina. En el Poble Antic (pueblo antiguo) se elevan grandes muros hasta el punto más alto del pueblo: el campanario de la iglesia parroquial conocida como Nuestra Señora del Consuelo. Explora el laberinto de calles y echa un vistazo a la playa y a la inconfundible cúpula color azul y blanco de la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo.
Calma tu sed alguno de los numerosos cafés y restaurantes que hay en la ciudad. Asegúrate de probar la sangría la receta tradicional de Altea es una deliciosa combinación de vino, fruta y hierbas de olor.
El mercado de Altea en el pueblo antiguo es el lugar al que hay que ir para encontrar fruta fresca, verduras y flores. Otros mercados locales cerca del centro deportivo de Altea venden vestidos tradicionales españoles de colores brillantes y tienen conjuntos musicales que contribuyen para la atmósfera festiva.
La playa y sus palmeras están siempre cerca. Ve a nadar o elige alguno de los deportes acuáticos disponibles, desde el paddleboarding hasta el emocionante wakeboarding. Reserva un recorrido para practicar esnórquel o bucear en las caletas de la costa y disfrutar uno de los ambientes marinos con más vida del mundo.
Altea está a solo 15 minutos en coche al noreste de Benidorm. También puedes llegar al pueblo en autobús o tren. Toma en cuenta que la plaza del pueblo viejo y el área alrededor de la iglesia son solo para peatones. Asegúrate de empacar calzado adecuado y una colchoneta o silla plegable, ya que la playa de Altea es menos arenosa que las demás en la Costa Blanca.