Núcleo rural, en un valle rodeado de montañas. Restaurante al lado pero no hay tiendas, hay que comprar todo a dos kilómetros.
La casa bien, patio muy bien acondicionado. El tresillo está para cambiar. A quince o veinte minutos de Gandía, pero a cuatrocientos metros de altura, aire limpio y sano, rodeado de bosques. Te despiertas escuchando los gorriones.