Los orígenes de esta ciudad histórica se remontan al año 60 d. C., cuando los romanos visitaban este lugar para tomar baños en sus aguas termales. En la actualidad, las aguas termales siguen siendo el ícono que identifica a Bath, y muchos turistas se disponen a relajarse en los spas de la ciudad. Toda la ciudad fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1987, y atrae a muchos turistas por su fascinante historia romana, griega y de la realeza británica.
Bath es un destino muy popular durante todo el año. En el verano, en las calles y los parques de la ciudad, encontrarás muchísimos habitantes del lugar, que se reúnen a aprovechar el sol. Empaca un picnic y disfruta de los jardines Parade mientras observas el río Avon, o arroja algo de pan a los patos en el parque Victoria, el parque más extenso de Bath. Detrás del parque, encontrarás la calle Royal Crescent, con casas en hilera, denominadas, en inglés, terraced houses, que forman una amplia media luna y datan del siglo XVIII.
La mejor forma de recorrer los puntos de interés de la ciudad es con un tour a pie desde la Abadía de Bath. Visita los baños romanos para conocer los orígenes de la ciudad. Contempla uno de los ejemplos más elegantes de la arquitectura gótica de Gran Bretaña en la Abadía de Bath. O bien, puedes dar un paseo por la calle Great Pulteney Street. Visita el puente Pulteney para hacer compras, ya que es uno de tan solo cuatro puentes en el mundo completamente rodeado de vendedores. Además de sus puntos de interés históricos, Bath es famosa por sus museos, galerías e instituciones culturales.
Si bien Bath no es reconocida por exportar productos culinarios, aquí encontrarás algunos de los pubs más acogedores de Inglaterra, y las opciones que se sirven en estos pubs son de primer nivel. Comer un pie y tomar una pinta de cerveza de Bath es la forma perfecta de entrar en calor durante los meses fríos del invierno en esta ciudad. Los mercados de agricultores de los fines de semana son una excelente opción para probar las delicias regionales, incluido el queso cheddar que se produce en este lugar.
De Londres, puedes llegar a Bath en autobús o en coche, en un viaje de aproximadamente 2 horas, mientras que si vienes del extranjero, puedes llegar al Aeropuerto Internacional de Bristol. A tan solo poco más de 160 kilómetros (100 millas) de Londres, Bath es el lugar perfecto para escapar de la capital inglesa un fin de semana.