Abarcando varias manzanas en el corazón de Memphis, Beale Street es un núcleo de la música, el entretenimiento y la historia. Louis Armstrong, B.B. King, Elvis Presley y Johny Cash tocaron aquí varias veces, ayudando a desarrollar el estilo musical conocido como el “Memphis Blues”.Actualmente, Beale Street está repleta de clubes nocturnos, foros de conciertos, restaurantes y galerías, haciendo que sea un lugar perfecto para pasear.
Explora décadas de historia de la música en el Museo Memphis Rock ‘n Soul. Comisionada por el Instituto Smithsoniano, esta exposición muestra las historias de los artistas que influyeron en el movimiento del blues.
Disfruta de una buena comida y bebida en el Hard Rock Café. Este lugar fue alguna vez un estudio de grabación para músicos emergentes y hoy funciona como una cápsula del tiempo del rock ‘n’ roll. El piso superior del restaurante está lleno de objetos de interés de Elvis, que te darán un vistazo a la vida y carrera de El Rey.
Guarda espacio en tus maletas para los souvenirs que compres en A. Schwab Dry Goods Store. Desde 1876, la tienda ha sido un lugar importante de la zona y es la tienda más antigua en Beale Street. Recorre los estantes y encuentra de todo, desde cachivaches hasta productos para el hogar. Después, dirígete al vecino Dyer’s Burger, uno de los restaurantes más famosos de Memphis desde que fue fundado en 1912.
Beale Street también tiene una floreciente escena musical contemporánea. Visita algunos de los clubes pequeños que presentan a artistas nuevos o aplaude a uno de tus artistas favoritos actuales en un foro más privado.
Camina a lo largo de Beale Street para que admires las luces de neón, los monumentos históricos y los modernos clubes. Esta famosa calle desemboca en Tom Lee Park. Ubicado a orillas del Mississippi, este parque es el lugar ideal para terminar tu exploración del área. Cada mes de mayo, el parque lleva a cabo el Festival Musical de Beale Street, un evento que presenta a artistas reconocidos a nivel mundial y al talento emergente.
Beale Street es una de las atracciones turísticas más visitadas de Memphis. También sirve como vía de entrada a otros destinos alrededor de la ciudad. El Peabody, el Jardín Botánico de Memphis y Graceland están a 20 minutos en coche.