Burntisland se destaca por sus playas y castillos. Tiene vistas hermosas de prados ondulantes y una ubicación privilegiada en la orilla del fiordo de Forth, que desemboca en el mar del Norte. Camina a la orilla del agua por el campo rústico y encuentra los edificios medievales que le dan a esta ciudad su personalidad.
Visita dos castillos. El castillo de Aberdour, que data de los años 1100, es una de las estructuras más antiguas conservadas de Escocia. Toma una excursión guiada para conocer su historia y disfruta una comida al aire libre en los bellos jardines. Tiene jardines de flores, un palomar y una iglesia medieval. Conoce la historia intrigante de la mansión encalada del siglo XVI del castillo de Rossend, que involucra a abades, a Oliver Cromwell y a María, la reina de Escocia. Actualmente, el edificio se usa para oficinas.
Otra joya histórica cerca de la ciudad es la abadía de Inchcolm en la isla homónima. Toma un paseo en barco al islote y explora la fauna y vegetación. Disfruta las espectaculares vistas del campo de Fife y de Edimburgo, cruzando el agua. Admira los muros conservados y las habitaciones de la abadía, que data del siglo XII.
Además de las majestuosas estructuras medievales, Burntisland tiene muchas playas de arena. Lleva a tu familia a la playa Silver Sands, que llega al bosque. Llévense comida y siéntense en una mesa de madera al aire libre para disfrutar la isla. Tomen sol en la arena y después refrésquense en el agua. Una de las actividades favoritas de la zona es pasear en kayak o en velero.
Craigencalt Farm Ecology Centre, al este de la ciudad, en Kinghorn Loch, es ideal para llevar a los niños. Allí podrán aprender sobre cómo interactuamos con el mundo natural y nuestro papel en su preservación. En las cercanías, puedes jugar unas rondas de golf en el campo Kinghorn Golf Course.
La ciudad tiene veranos calurosos e inviernos fríos con ráfagas de nieve. Está justo al norte de Edimburgo, atravesando el fiordo de Forth. Maneja 32 kilómetros (20 mi) para llegar a la capital, después de cruzar el puente de Forth. Desde la estación de Burntisland, los trenes hacen el mismo trayecto en 40 minutos.
Burntisland es un reino encantador de castillos, islas y bahías de arena.