La Casa Milà es un museo y espacio de arte en Eixample, al norte del centro de la ciudad. Fue diseñada por Gaudí y construida entre 1906 y 1912. Tanto el interior como el exterior fueron diseñados de acuerdo con el estilo distintivo de Gaudí, con líneas curvas, esculturas fantásticas y diseños intrincados en todos sus elementos, incluidos los pozos de ventilación. Hoy en día alberga una galería para exhibiciones. El patio, ático, planta baja, espacio del techo y el apartamento de La Pedrera están abiertos al público como ejemplos de la obra de Gaudí.
El sobrenombre del edificio es La Pedrera, que quiere decir, "la cantera". Esto se debe a que el burdo exterior de la estructura se asemeja a una cantera. Fue construida como un hogar privado con apartamentos para rentar en los pisos superiores. Se convirtió en patrimonio de la humanidad de acuerdo con la UNESCO en 1984.
Admira el exterior del edificio desde la calle. La entrada tiene un costo y la espera puede ser larga si no compras tu boleto por anticipado. Compra tus boletos en el sitio web oficial de La Pedrera.
Por un costo adicional puedes conseguir una audioguía. La audioguía hace fácil recorrer el lugar y señala detalles ocultos que de otra forma podrías pasar por alto.
Toma el elevador para llegar al techo. Desde aquí podrás ver los alrededores, además de detalles extraños como las chimeneas en espiral. El ático fue transformado en un pequeño museo que destaca algunos de los mejores trabajos de Gaudí. Aquí podrás observar dibujos, planos y videos.
El apartamento del siglo XVIII fue restaurado y llenado con obras de arte y mobiliario de época. Muchos de los detalles son originales, incluso las perillas de las puertas.
Termina tu recorrido en el espacio de exhibiciones que se encuentra en la planta baja. Aquí encontrarás exhibiciones artísticas regulares de artistas locales e internacionales. El museo abre todos los días. Es fácil llegar a él mediante el transporte público. Cuatro edificios de la autoría de Gaudí engalanan la calle Passeig de Gràcia, incluida la Casa Batlló, a una tan solo una breve caminata por el bulevar.