Pasea por los hermosos jardines y mira cómo la adinerada élite solía vivir en este espléndido castillo de fines del siglo XVIII.
El Castillo de Whitstable y jardines es un excelente lugar para disfrutar de un día al aire libre. Camina por los frondosos jardines repletos de flores, contempla las vistas del mar, respira el aire fresco y recorre las habitaciones de época.
El castillo, originalmente llamado Tankerton Towers, fue construido a fines del siglo XVIII para funcionar como la residencia de una familia. El espléndido edificio tuvo varios propietarios privados antes de funcionar como oficinas para el Concejo del distrito de Whitstable entre 1935 y 1975. En la actualidad, el castillo y los jardines están abiertos al público.
Visita el lugar un día despejado para aprovechar al máximo los inmaculados jardines. Pasea por el jardín de rosas, siéntate bajo la sombra de los antiguos árboles y admira las llamativas plantas trepadoras que decoran las vallas y los límites. Mientras caminas, respira el agradable perfume que inunda el aire y trata de divisar especies de vida silvestre locales, como herrerillos comunes y murciélagos.
Busca un lugar para sentarte y contempla las vistas que se extienden hasta el mar. Desde los jardines podrás contemplar el estuario del Támesis y la Isla de Sheppey a la distancia. Lleva a los niños al área de juegos de aventura, donde podrán escalar un barco pirata, dar vueltas en un carrusel y excavar en un arenero.
Observa una partida de boliche en el campo ubicado debajo de los jardines y haz una parada para degustar un té con pastel en los jardines o las casas de té. Recorre las habitaciones del castillo, que preservan el estilo de los siglos XVIII y XIX. Al llegar, preséntate en la recepción y algún miembro del personal te mostrará el lugar. El castillo cierra durante eventos corporativos y casamientos y puede no estar abierto al público, así que llama antes de tu visita para averiguarlo.
Los jardines del Castillo de Whitstable abren todos los días. Puedes recorrer el castillo sin cargo, aunque se reciben donaciones. Camina desde aquí hasta el puerto en menos de 15 minutos. También puedes llegar en auto y usar el estacionamiento gratuito en los jardines del castillo.