Con su fachada llena de detalles y sus torres emblemáticas, la Catedral de Córdoba es uno de los lugares de interés más destacados de la ciudad. Esta iglesia data de principios del siglo XVIII. Contempla el impresionante tamaño de esta estructura gigantesca mientras observas sus joyas religiosas y conoces la historia de su construcción.
Relájate en la Plaza San Martín, desde donde puedes disfrutar la vista de la catedral. Observa el gran portal arqueado y el frontón ubicado sobre él. En este edificio se combinan diferentes estilos arquitectónicos, entre los que destacan el barroco y el neoclásico.
Toma fotos de la iglesia en la noche, cuando se ilumina con varias hileras de luces. Observa el reloj elegante ubicado en el campanario.
Ingresa a la catedral y voltea hacia arriba para ver el impresionante techo barroco de la nave central. Contempla las decoraciones de oro que rodean el altar. Sube a la cima del campanario para disfrutar la vista de la plaza, así como sus atracciones y el pequeño parque que está en la zona. Lee las placas que contienen información sobre las campanas.
Observa los diferentes tesoros eclesiásticos, como la Tumba del General José María Paz y otras criptas. Observa el tabernáculo donado a esta iglesia en 1804. La nave central está decorada con pinturas que datan de principios del siglo XX. Contempla el fresco de Cristo Redentor ubicado sobre el pórtico.
La catedral se ha remodelado varias veces, y una gran parte de la estructura original se destruyó durante un colapso ocurrido en 1677. La catedral está abierta de lunes a sábado, desde la mañana hasta las primeras horas de la noche.
La Catedral de Córdoba se eleva sobre la Plaza San Martín, junto al Cabildo, en el centro histórico de la ciudad. Puedes viajar en camión hasta una de las paradas que están en los alrededores, o tomar un taxi para llegar a esta plaza central. Visita otros de los sitios históricos que se encuentran en la zona, como el Monasterio de las Carmelitas y el Teatro Real.