Difícilmente logres pasar por alto los resplandecientes domos, la fascinante fachada blanca y el imponente tamaño de la Catedral de Cristo Salvador. Sin embargo, verla desde lejos no le hace justicia. Contempla el edificio de cerca para descubrir su verdadera opulencia. Observa la exuberante decoración del interior, aprende sobre su tumultuosa historia en el museo y admira la vista de la ciudad desde el mirador.
Esa catedral ortodoxa rusa fue terminada en el año 2000, por lo que todavía es muy reciente en comparación con otros monumentos de Moscú. Se trata de la reconstrucción de una catedral del renacimiento bizantino del siglo XIX que fue detonada por Stalin en 1931 para hacer lugar para el Palacio de los Soviéticos, un ambicioso proyecto que nunca vio la luz. En su lugar, fue reemplaza por una de las albercas al aire libre más grandes del mundo. Luego del colapso de la Unión Soviética, el gobierno ruso gastó $300 USD millones en su reconstrucción. Visita el museo en para obtener más información sobre la historia del edificio.
Acércate a la catedral y observa el gigantesco domo dorado que corona su inmaculado exterior blanco. Notarás su similitud con la Catedral de San Isaac en San Petersburgo, que también cuenta con una resplandeciente cúpula dorada.
Sin lugar a dudas, el exterior es exuberante, pero deberás recorrer el interior para apreciar las características más hermosas. Echa un vistazo a uno de los pocos objetos que quedaron de la catedral original: el ícono Cristo no pintado por la mano del hombre. Aprovecha la oportunidad para echar un vistazo a las obras del artista ruso Vasily Vereshchagin, que también se exhiben dentro de la catedral. Contempla el santuario de la natividad más popular.
Admira las fantásticas vistas de Moscú desde el mirador de 40 metros (130 ft) de alto de la catedral. Desde aquí, podrás ver los chapiteles del Kremlin, la sede del Gobierno ruso, y la elegante zona de Zamoskvorechye.
Si quieres visitar la Catedral de Cristo Salvador, ten en cuenta que solo puedes hacerlo con un tour grupal. Para llegar a la catedral, viaja hasta la estación de metro Kropotkinskaya y deleita tus ojos con su resplandeciente fachada.