La Catedral de Guadalajara es un fascinante monumento religioso, situado en el centro de la capital jalisciense. A pesar de haber sido destruida en varias ocasiones, la catedral se ha levantado en múltiples ocasiones para lucir su fascinante arquitectura. Admira sus emblemáticas torres con agujas góticas y sus hermosos vitrales, y descubre además su colección de reliquias y obras de arte.
Contempla la fachada neogótica de la catedral con sus dos torres, iconos del paisaje urbano de Guadalajara. La catedral original se construyó en 1541, pero se destruyó cuando el fuego consumió su techo de paja. A través de los años, la catedral ha sufrido daños por los terremotos y sus torres se han reconstruido en dos ocasiones. Hoy en día, la torre norte está ligeramente inclinada y el domo tiene algunos daños.
Contempla el enorme domo y los arcos desde el interior de la iglesia. En la noche podrás admirar la fachada de la iglesia iluminada, así como la fuente. El altar de la catedral está hecho de mármol y plata, mientras que sus vitrales fueron importados de Francia. Detrás del altar se encuentra uno de los mayores órganos de México. La catedral cuenta con tres capillas, que puedes visitar para sentir su tranquila atmósfera.
Admira las bellas obras de arte, como el Cristo hecho de marfil, las pinturas al óleo de artistas mexicanos y una escultura de la virgen de la Rosa, un regalo hecho por el emperador Carlos V. La catedral también alberga las tumbas de varios cardenales y el corazón embalsamado de un prelado, es decir, una figura importante de la iglesia católica.
Encontrarás la catedral justo al norte del centro de la ciudad. Puedes llegar a la estación más cercana del tren ligero, Plaza Universidad. La iglesia está rodeada de bellos parques y atracciones interesantes, como la Rotonda de los Jalisciences Ilustres. Complementa tu visitar con un recorrido por las atracciones cercanas, como el Museo Regional de Guadalajara y el Palacio de Gobierno.