El domo cubierto de bronce, de 65 metros (213 ft) de alto, de la Catedral Metropolitana, se erige por encima de los edificios contiguos en el centro de Porto Alegre. Adéntrate en el edificio de estilo renacentista para admirar los vitrales y el trabajo de algunos de los mejores artistas de Brasil.
La catedral original en este lugar data de 1772, pero la estructura con torres gemelas que ves hoy en día se inauguró en 1986. Todo el granito usado en el edificio fue extraído de las colinas aledañas. Antes de que recorras el interior tómate unos pocos minutos para observar el exterior. En especial, mira los mosaicos creados bajo el auspicio de la Academia de Mosaicos del Vaticano. Puedes ver representaciones de María, la Madre de Dios, así como imágenes de San Pedro, San Francisco de Asís y el Papa Pío X. En los pequeños paneles por encima de las puertas laterales puedes ver interpretaciones de dos eventos bíblicos, La Anunciación y la Crucifixión. También hay gárgolas y estatuas religiosas.
Una vez dentro, dirígete al altar principal para apreciar la escultura de estilo barroco de la Virgen María con Jesús en sus brazos. Recuerda ver los muebles de madera y los dos enormes vitrales a cada lado del edificio. Estos vitrales muestran a San Miguel y Santa Teresa. Entre los otros puntos artísticos importantes de la catedral se encuentra el maravilloso mural pintado por el artista italo-brasileño Aldo Locatelli. Mientras recorres la catedral, presta atención a la simplicidad del decorado interior y sus patrones geométricos.
Antes de regresar a la ciudad, siéntate en uno de los bancos de madera y disfruta de unos momentos de tranquilidad.
La Catedral Metropolitana se ubica en la Plaza de la Catedral, en el centro de la ciudad. Es fácil llegar en transporte público, ya que cerca de aquí hay varias paradas de autobús. La catedral abre diariamente y se celebran servicios religiosos en francés, español e inglés.