Las fotos no le hacen justicia ni a la casa ni a las vistas. La casa es una maravilla, todo en madera, con unos muebles antiguos que eran una preciosidad, todo estaba perfecto, muy limpio y ordenado, no le falta ningún detalle, tiene de todo. Noel es más que un anfitrión, nos hizo sentir como sus invitadas en su casa, fue muy amable y servicial.
Las vistas desde la casa son de película, los paisajes impresionantes, para repetir, nos faltaron días para estar allí y disfrutar de todo, pero nos lo pasamos estupendamente.