Disfruta un paseo conmovedor por las calles de la Necrópolis de Colón (Cementerio Cristóbal Colón), que parece un pueblito. Esta atracción popular de La Habana es hermosa, fascinante e inquietante al mismo tiempo. El Cementerio Cristóbal Colón alberga las tumbas de toda clase de personas, desde habitantes comunes de la región hasta dignatarios y personajes famosos.
El cementerio se inauguró a fines del siglo XIX, ha recibido millones de cuerpos y se sigue utilizando con frecuencia. El sitio abarca una extensión de aproximadamente 56 hectáreas (140 acres) y se divide en secciones según la clase social de los difuntos. Aquí puedes ver tumbas humildes, enormes bóvedas familiares, mausoleos llenos de detalles y estatuas de personajes alegóricos, muchas de las cuales son magníficas obras de arte.
Ingresa por la entrada principal, que está en el lado norte del cementerio. Observa las figuras talladas de antorchas invertidas, las coronas de laurel y los relojes de arena con alas que adornan el portal. Camina por el amplio boulevard central hasta la capilla y luego pasea por las calles enmarcadas por una combinación contrastante de monumentos blancos relucientes y tumbas desgastadas.
Observa el monumento a los bomberos cubanos y las estatuas dedicadas al patrimonio del beisbol de la nación. Contempla la tumba de Máximo Gómez, un general que lideró la guerra de independencia de Cuba a finales del siglo XIX. Uno de los sitios más venerados es la cripta de la señora Amelia Goyri, conocida como La Milagrosa, una mujer martirizada que falleció durante el parto. Aquí hay otras tumbas famosas, como la de Ibrahim Ferrer, un cantante legendario que formó parte de bandas como Afro-Cuban All Stars y Buena Vista Social Club.
El cementerio se encuentra en el barrio del Vedado, a 20 minutos de viaje en auto de La Habana Vieja. La forma más rápida y fácil de llegar es en taxi. También puedes tomar el turibús para llegar aquí. La Plaza de la Revolución, donde Fidel Castro solía realizar mítines, está muy cerca de aquí. Observa los murales que decoran los edificios de la plaza, como el del Che Guevara, que fue un amigo cercano y aliado político de Castro.
La Necrópolis de Colón está abierta todos los días.