El Cenote Ik Kil es uno de los cenotes más hermosos ubicados en la selva de la península de Yucatán. Recorre las increíbles ruinas mayas de Chichén Itzá y luego refréscate con un chapuzón en el agua de color turquesa de este cenote. Conoce las razones por las que los mayas consideraban los cenotes como lugares sagrados.
Los cenotes son hoyos naturales profundos que suelen estar conectados con cuevas. Muchos de ellos están ubicados en pozos y las partes llenas de agua tienen una gran profundidad. Disfruta unos clavados en el Cenote Ik Kil. El agua de esta extraordinaria piscina natural llega hasta los 40 metros (130 ft) de profundidad. La piscina está a unos 26 metros (85 ft) por debajo del nivel del suelo y cuenta con muros de piedra caliza a su alrededor.
Baja la escalera tallada en la roca y detente en las ventanas de observación para tomar fotos del agua brillante y etérea, y de la cara de roca iluminada por el sol. El cenote cuenta con algunas instalaciones cómodas, como regaderas y vestidores.
Puedes entrar caminando al agua o utilizar alguna de las plataformas de clavados. Cuando estés en el agua, voltea hacia arriba para ver las vides que cuelgan del techo. Mantén la calma si algo te roza la pierna. El agua está habitada por peces gato, que son completamente inofensivos.
Imagina cómo se veía este lugar mágico hace más de mil años, cuando los mayas realizaban ceremonias religiosas aquí. A diferencia del Cenote Sagrado, no existen evidencias de que en el Cenote Ik Kil se hayan realizado sacrificios humanos.
Ven al Cenote Ik Kil el mismo día que visites Chichén Itzá. El cenote está a unos minutos de viaje en auto desde la zona arqueológica. Se cobra una módica cuota de entrada. Al pagar uno de los tours guiados que incluyen este cenote y Chichén Itzá, todas las cuotas de entrada estarán incluidas.