Maravíllate con las destellantes luces de neón del Cruce de Shibuya, las pantallas de video gigantes y los hasta 2,500 peatones que se lanzan a la calle de forma simultánea. La experiencia es caótica e irresistiblemente fascinante. Esta intersección encapsula la energía de la ciudad. Además, es un lugar popular para las escenas de las calles de Tokio en fotografías y películas, como Perdidos en Tokio, de Sofía Coppola.
Cuando sales de la Estación Shibuya y te acercas al cruce, tómate un momento para saludar a la estatua del adorado Hachikō, un perro de raza akita que aguardaba a su dueño todos los días en la Estación Shibuya cuando volvía del trabajo. Cuando el dueño falleció repentinamente en 1925, Hachikō siguió esperando a su amo en la estación todos los días hasta su muerte muchos años después. Se erigió una estatua del perro para rendir homenaje a la lealtad inquebrantable de Hachikō.
Únete a la multitud y cruza la famosa intersección de Shibuya. El Cruce de Shibuya es un cruce “desordenado” o “diagonal”, lo que significa que todas las luces de la intersección se ponen en rojo al mismo tiempo, y los peatones cruzan en todas las direcciones. A pesar de la enorme cantidad de personas, notarás que todo el mundo se mueve con una fluidez inesperada. Es muy raro que otros peatones te golpeen o te empujen.
Contempla el espectáculo desde arriba en el café Starbucks® ubicado en el edificio QFRONT, que se encuentra en el sector norte del cruce. El salón del segundo piso cuenta con amplios ventanales, que ofrecen una vista imponente de las multitudes que cruzan la calle. Este sitio es ideal para ver la intersección, por eso, tendrás que ser paciente ya que los clientes se turnan para tomar fotografías desde la ventana.
Para llegar al Cruce de Shibuya, toma la salida Hachikō en la Estación Shibuya. Planea tu visita por la tarde cuando la intersección está llena de trabajadores que regresan a sus hogares y los edificios de los alrededores están iluminados bajo el cielo oscuro.