Hemos estado un fin de semana con mis hijos, mis nietos y otros familiares. La casa es estupenda, no le falta un detalle y está muy limpia. Las fotos no le hacen justicia. El jardín también está muy cuidado y tiene un par de cursos de juegos donde mis nietos disfrutaron de lo lindo. La dueña, Patricia, no puede ser más amable, está pendiente de cualquier necesidad y te atiende en todo momento. Si se da la ocasión, sin duda repetiremos, es una de esas casas que hay que apuntar.