La Cueva del Dragón es una caverna situada debajo del Castillo Wawel, en la colina que está sobre Cracovia. Pasa por pasadizos levemente iluminados, rodeado por todos lados de fantasmagóricas formaciones de piedra caliza. Pronto verás por qué esta cueva ha inspirado varias leyendas desde que fue descubierta en el siglo XVI.
La cueva se formó hace más de 25 millones de años, aunque el hombre la descubrió hasta el siglo XVI. Desde entonces ha servido como almacén, burdel y lugar de residencia. Es mejor conocida por la leyenda del Dragón de Wawel, una temible bestia que alguna vez vivió aquí. Las historias cuentan que murió a causa de un humilde zapatero, quien engañó al dragón para que se comiera un cordero que estaba relleno de azufre. Al zapatero se le concedió la mano de la hija del rey. Él construyó su castillo, alrededor del cual creció la ciudad de Cracovia.
La cueva mide más de 250 metros (820 pies) de largo, aunque por razones de seguridad, el acceso público es en solo 80 metros (262 pies). Desciende a la cueva bajando por los 135 escalones que están dentro del viejo pozo de ladrillo conocido como la Torre de los Ladrones. El pozo data de la década de 1830 y lleva a la primera de tres cámaras que conforman la Cueva del Dragón.
Sigue el pasadizo hasta la segunda y mayor de las cámaras y mira hacia arriba para que veas el techo abovedado de ladrillo que se construyó cuando la cueva se usó como almacén. La tenue luz y las parpadeantes sobras que proyectan las formaciones de piedra caliza crean una atmósfera fantasmagórica. La última cámara contiene proyecciones de roca y antiguas chimeneas de ladrillo.
De regreso en la superficie, admira la gran estatua de bronce del dragón. Cada par de minutos, la bestia arroja una gran llamarada, para deleite de los visitantes.
La Cueva del Dragón está dentro de los terrenos del Castillo Wawel, al sur del distrito central de Cracovia, a corta distancia caminando del Casco Antiguo. Está abierta todos los días, entre abril y noviembre. La entrada cuesta una módica suma. Compra tu boleto en una máquina expendedora que está a la entrada de la cueva.