Eisenach es una ageadable ciudad del estado de Turingia y tiene una importante historia.
En el centro de la ciudad hay una gran variedad de tradicionales espacios abiertos. Recorre la Karlsplatz, junto a la iglesia Nikolaikirche y la Nikolaitor, la única puerta de la ciudad que aun existe, o pasea por la plaza del mercado, rodeada por la iglesia Georgenkirche, el ayuntamiento y el Castillo de Wartburg.
El palacio de la ciudad, al norte del mercado, se remonta a la década de 1750. Este fue, frecuentemente, ocupado por Goethe en su función de primer ministro de Weimar en la década de 1770. El ayuntamiento de Eisenach solía ser una cava antes de su reforma a finales del siglo XVI. A pesar de haber sufrido daños durante la Segunda Guerra Mundial, desde entonces ha sido renovado para albergar la administración de la ciudad.
Martín Lutero creció en esta ciudad. A fines del siglo XV, durante los días de escuela, Lutero residía en el edificio de entramado de madera conocido como Lutherhaus. En la actualidad, se puede visitar la casa, que es un museo con exposiciones sobre la vida y la época de Lutero, así como sus enseñanzas.
Esta no es la única atracción relacionada con Lutero. Admira el monumento a Lutero, una gran estatua de Martín Lutero situada en Karlsplatz y erigida en 1896 para conmemorar el 375 aniversario de su llegada al castillo.
El Castillo de Wartburg, donde Martín Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán, es quizá el destino más popular de Eisenach. Esa no fue la primera traducción de la Biblia, pero rápidamente se convirtió en la más conocida y la de mayor distribución. El castillo está construido en un precipicio de 410 metros (1,230 ft) al sudoeste de la ciudad y en 1999 fue agregado a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
El compositor J. S. Bach nació en Eisenach en 1685 y pasó allí los primeros diez años de vida. Podrás encontrar más información sobre el compositor en la conocida Casa de Bach, un museo dedicado a su vida con exposiciones que incluyen una partitura de Bach. Es un lugar más que nos recuerda los extraordinarios aportes de Eisenach a la cultura alemana.