La aldea es un sitio genial en medio de la naturaleza, con fácil acceso a rutas para perderse en El Monte y fácil de llegar a ezcaray y Santo Domingo. La llegada a la casa es algo compleja porque la aldea es de calles estrechas por lo que llegar con el coche es muy difícil y no hay señalización. Preguntando en el pueblo se llega, pero como digo no es sencillo, más aún si llegas de noche. La casa es bonita pero se nota algo descuidada. Sirve bien como “campamento base” para poder guardar las cosas y descansar por la noche, pero quizá porque fuimos ya a final de temporada de verano nos dio sensación de estar algo descuidado. Eso si, el propietario estuvo atento y nos dio indicaciones del lugar y alrededores, y merece la pena cenar en el restaurante que hay en la aldea