Estuvimos 3 noches y la experiencia no puede ser mejor. El hotel es super acogedor, con una gestión familiar que hace que el trato sea excepcional, Roberto y el resto del staff son majisimos. Habitaciones muy limpias y con unas vistas de Añisclo hasta peña montañesa de ensueño. Y la cena fabulosa, nos encantó . Muy recomendable . Si podéis, coger la suite 301, es preciosa