Heilbronn es una ciudad ubicada a orillas del río Neckar, en un valle rodeado por los espectaculares Alpes. A lo largo del río, se pueden admirar joyas arquitectónicas del siglo XVI, realizar fascinantes excursiones de cata de vinos y disfrutar de festivales musicales y gastronómicos. Todo eso convierte a esta ciudad en uno de los lugares preferidos para vivir en Alemania.
Recorre el centro de la ciudad a pie y admira el Ayuntamiento de estilo gótico. Este edificio, al igual que muchos otros sitios de la ciudad, fue arrasado durante la Segunda Guerra Mundial y, más tarde, reconstruido. El Salón de Honor de estilo rococó, Ehrenhalle, conmemora a las 11,000 personas que perdieron la vida en la guerra. En las cercanías, se encuentra el reloj astronómico del siglo XVI. Se trata de uno de los distintivos de la ciudad que vale la pena visitar cuando indica cada nueva hora, momento en el que suenan las tres partes del reloj.
La esencia de la ciudad es el río Neckar. Pasea a lo largo de la costa, disfruta del famoso festival Neckar durante el verano o relájate en las playas de arena de la Isla Hip. Heilbronn es la principal ciudad de Neckar y cuenta con el séptimo puerto nacional más grande de Alemania. Puedes realizar una excursión en barco para contemplar el hermoso paisaje o, si lo deseas, puedes hacer el paseo por tu cuenta en un bote a pedales.
También puedes visitar el puerto de sal, la entrada a la enorme red subterránea de minas de sal de Heilbronn. Südwestdeutsche Salzwerke es uno de los mayores productores de sal de Europa y ofrece excursiones a las profundas minas, 180 metros (590 ft) bajo tierra.
Muchas personas se sienten atraídas hacia Heilbronn por el vino Riesling. Heilbronn afirma tener el mejor vino en todo el valle del Neckar. Puedes hacer un recorrido por las cavas y comprobarlo por ti mismo. Disfruta de una copa en uno de los diversos festivales, como Heilbronner Weindorf o, mejor aun, visita una de las Besenwirtschaften. Estas son residencias locales que, si han dejado una escoba afuera, significa que invitan al visitante a entrar y probar el producto casero. Se trata de una tradición que, combinada con la imponente arquitectura y el paisaje, convierte a Heilbronn en una de las ciudades más gratificantes para visitar en Alemania.