La Iglesia Azul hace honor a su nombre, pues esta maravilla del art nouveau está pintada desde la base hasta la torre con diferentes tonos de azul. Explora este sitio religioso único y contempla los diferentes tonos de azul que decoran sus paredes, bancas, mosaicos y azulejos.
La iglesia se construyó a principios del siglo XX y está dedicada a Santa Isabel, que fue una princesa medieval. Observa el mosaico circular ubicado sobre la entrada de la iglesia en el que aparece Santa Isabel, la santa patrona de los panaderos, las viudas y las novias jóvenes. Esta obra de arte es una ilustración del milagro de las rosas.
Según la leyenda, los alimentos que Isabel les llevaba a los pobres se convirtieron en rosas un día, cuando su esposo le preguntó enojado qué estaba haciendo. Ella tenía prohibido regalar comida.
Camina por el exterior de la iglesia y observa los detalles de la fachada. Puedes ver líneas delgadas de mosaicos de color cobalto que forman diferentes diseños alrededor de la base. Hay otros mosaicos de color azul que adornan los muros exteriores. Sobre la parte principal de la estructura, hay una torre ovalada que mide 36.6 metros (120 ft) de alto. La torre tiene un techo de aguja de color azul.
Ingresa al edificio de una sola nave y disfruta un momento de reflexión en el interior silencioso, que está decorado con tonos claros de azul. Siéntate en una de las bancas de madera, que también están pintadas de azul. Observa una imagen de Santa Isabel dando limosna a los pobres, que era una de sus acciones características. En esta zona también hay un altar simétrico curvo de estilo art nouveau.
La iglesia está abierta todo el día y se realizan varias misas durante la semana. Visita el sitio web oficial de la iglesia para ver los horarios de las misas.
La Iglesia Azul está ubicada en la zona antigua de la ciudad, a unos pasos del río Danubio, que está hacia el sur, y de la estación principal de Bratislava, que está hacia el norte. Puedes visitar otros edificios destacados en los alrededores, como el Teatro Nacional y el edificio Reduta, que es la casa de la Filarmónica de Eslovaquia.