Esta bella y polémica obra maestra del modernismo orgánico de Oscar Niemeyer es uno de los monumentos más famosos de Brasil y la joya más brillante de Belo Horizonte.
Visita la Iglesia de San Francisco de Asís, que podría ser el ejemplo más influyente y controvertido del genio de Niemeyer. Aunque las contribuciones realizadas por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer al modernismo de mediados de siglo se pueden ver en todo Brasil, especialmente en la Suprema Corte, el Palacio Presidencial y el Congreso Nacional, algunas de sus obras más antiguas e interesantes se encuentran en Belo Horizonte.
Desde que se terminó de construir en 1943, la Iglesia de San Francisco de Asís ha sido el símbolo de Pampulha y uno de los lugares de interés más destacados de Belo Horizonte. Sin embargo, tuvo que pasar algún tiempo para que la estructura obtuviera el reconocimiento adecuado. Escandalizados por el diseño poco convencional, los funcionarios de la Iglesia tardaron 14 años en aceptar su consagración. Visita esta estructura religiosa en la actualidad para ver cómo la han aceptado los habitantes de la región y los turistas de todo el mundo.
Niemeyer se inspiró en las palabras del poeta francés Paul Claudel, quien escribió: "Una iglesia es el hangar de Dios en la Tierra." La estructura de la iglesia parece una serie de olas que se elevan contra el terraplén de la laguna. La laguna forma parte del complejo arquitectónico de Pampulha, diseñado por Niemeyer en 1940 como una ciudad jardín ubicada en la capital minera de Belo Horizonte.
Camina hacia este sitio para disfrutar el mejor paisaje del edificio al recorrer el famoso sendero para trotar que pasa junto a la laguna de Pampulha. Piensa en el gran nivel de innovación que se requirió para diseñar el inconfundible exterior fluido del edificio. La fachada cuenta con murales de color azul y blanco pintados por Portinari, los cuales representan la vida de San Francisco de Asís. Contempla las imágenes de color ocre en el interior, las cuales contrastan con los techos abovedados de madera.
Visita la Iglesia de San Francisco de Asís en las últimas horas de la tarde para ver sus murales bellamente iluminados con luces de colores al caer la noche. Aunque la iglesia solo se abre durante el día, puedes disfrutar la vista encantadora del exterior a cualquier hora.
