Toma un descanso de la actividad del centro de Bogotá para apreciar la serenidad y la belleza arquitectónica de la iglesia de San Francisco. Admira el gran retablo dorado y una vasta colección de esculturas y estatuas ornamentadas. Esta interesante iglesia colonial fue establecida por monjes franciscanos durante el siglo XVI y es una de las iglesias más antiguas de la ciudad.
Desde el exterior puede parecer modesta, pero el interior es una visión impresionante. Su rasgo más dominante es el elaborado retablo dorado del siglo XVII. Éste parece envolver cada rincón del interior de la iglesia, como un anfiteatro dorado. Puedes sentarte en un banco y disfrutar el cálido brillo del retablo y de la tranquila atmósfera.
Observa el decorado mudéjar verde y dorado que adorna el techo de la iglesia. Recorre la colección de paneles de madera tallados por expertos, que representan escenas religiosas como el bautismo de Cristo. También busca la estatua de Jesucristo, notoria por el realismo del cabello. La leyenda dice que a la estatua milagrosamente empezó a crecerle cabello, y que éste sigue creciendo naturalmente.
La iglesia también aloja un conjunto de frescos de reconocidos artistas. Entre estos hay obras de los artistas colombianos Antonio Acero de la Cruz y Gaspar de Figueroa, además de piezas del artista español Francisco de Zubarán.
Ubicada al norte del barrio de La Candelaria, la iglesia de San Francisco está a solo 10 minutos a pie desde la Plaza de Bolívar. Es fácil llegar mediante autobuses de transporte público y en metro. Puedes aprovechar tu visita para hacer también un tour del Museo del Oro, donde verás una gran colección de artefactos dorados prehispánicos. Otras atracciones de la ciudad que están cerca a pie son el Museo Botero y la Casa de la Moneda.
La iglesia está abierta a visitantes todos los días, desde temprano en la mañana hasta la tarde. La entrada es gratuita. No se permite tomar fotografías en el interior, ya que aún se utiliza como lugar de culto. Las misas se celebran cada hora, siete veces al día, excepto los domingos, cuando se celebran nueve.