El Jardín Botánico (Botaniska trädgården) de Gotemburgo vale la pena una visita si disfrutas de la jardinería y la horticultura, o si solo deseas pasar un día de campo agradable con la familia. Pasa un rato admirando las formas y diseños sencillos en el Claro Japonés, el cual contrasta con la fabulosa gama de colores del Valle de los Rododendros. Encontrarás más cosas destacadas dentro de los invernaderos, como árboles casi extintos y la colección de orquídeas más grande de Suecia.
El Jardín Botánico, que fue abierto en 1923 para celebrar el aniversario 300 de Gotemburgo, es uno de los más grandes de Europa cubre un área de 175 hectáreas (430 acres) y presenta 16,000 especies. Sigue las serpenteantes veredas junto a jardineras perfectamente cuidadas, invernaderos, jardines zen y muestras de hierbas. A tus niños les encantará pasear en el pequeño tren del jardín.
Dirígete al Jardín Zen, con sus estanques, riachuelos y su cascada. Tendrás un poco del sudeste de Asia en el Bosquecillo de Bambú, mientras que el Claro Japonés es el lugar perfecto para meditar tranquilamente.
Una vez que hayas admirado lo que hay al aire libre, entra a los invernaderos que cuentan con más de 4,000 variedades de plantas y cultivares. Las 1,500 especies de orquídeas son la colección más asombrosa. Admira al extremadamente raro árbol de la Isla de Pascua, el cual ya se ha extinguido en la isla del Pacífico sur.
Trae tu almuerzo o visita el café y restaurante del sitio. En verano, paga para participar en la visita guiada diaria y conoce más sobre los orígenes y plantas del jardín.
El jardín por sí solo ocupa más o menos una cuarta parte del complejo, mientras que el área restante forma parte de la vecina reserva Änggårdsbergennature, que cuenta con un arboreto. Recorre las veredas si te interesa hacer algo de ejercicio.
El Jardín Botánico está al sur del centro de Gotemburgo y puedes llegar a él en coche, tranvía, autobús o a pie desde el centro de la ciudad. El jardín abre todos los días hasta el atardecer, excepto el día de Navidad. Los invernaderos tienen horarios más cortos y cierran el 25 y el 31 de diciembre. La entrada al jardín es gratuita, aunque a los mayores de 18 años se les pide un pequeño donativo. Para los niños, la entrada a los invernaderos es gratuita, aunque los adultos sí pagan una cuota adicional.