Aunque se encuentra a solo una hora en auto al oeste de Viena, la distancia perfecta para un viaje de un día, Krems es un destino por sí mismo. Su hermoso centro histórico, varias instituciones de arte y numerosas tabernas de vino, salones de degustación y restaurantes tradicionales austriacos hacen que valga la pena visitarlo. El valle Wachau que lo rodea es internacionalmente reconocido como un Sitio Patrimonio de la Humanidad, debido a su belleza única y a su auténtico paisaje cultural.
El vino ha sido cultivado en la región desde la época de los romanos. Actualmente, vinos como el Gruener Veltliner y el Riesling del Wachau son conocidos y apreciados en todo el mundo. Disfruta de una botella con una comida tradicional en una de las tabernas de vino locales, de las cuales hay muchas en Krems y sus alrededores. Sandgrube13, un salón de degustación y museo del vino, es el lugar perfecto para conocer la historia del vino en Krems.
La ciudad misma fue mencionada por primera vez en un documento histórico en el año 995 d. C., pero hay evidencia arqueológica de asentamientos mucho más tempranos. Actualmente, el centro histórico de Krems cuenta con parte de la muralla original y unas de las puertas medievales de la ciudad, que es un símbolo de la ciudad. También vale la pena mencionar la Piaristenkirche, una iglesia del siglo XVII de estilo gótico tardío, que es frecuentemente mencionada como complemento de la Catedral de San Esteban de Viena. El Gozzo Burg alberga algunos de los primeros frescos conocidos en Europa Central que datan de principios del siglo XIII. La Veitskirche es el ejemplo de arquitectura barroca más antiguo en Austria.
Muchas nuevas instituciones culturales aumentan la atracción de Krems. Albergado en una antigua fábrica de tabaco, el Kunsthalle Krems es un espacio muy popular para exposiciones de arte del siglo XIX, arte moderno y contemporáneo. El edificio se encuentra en Kunstmeile Krems, un tramo de camino entre el centro histórico de Krems y el centro de la aldea medieval de Stein, sede de un gran número de instituciones culturales dirigidas a aficionados del arte de todas las edades.
La mejor época para visitar Krems es en primavera, cuando los chabacanos florecen en el valle de Wachau, o durante la cosecha del vino en otoño.