Fundada en 1730, Lancaster, Pensilvania es una de las ciudades más antiguas de Estados Unidos. Los aficionados a la historia pueden disfrutar de sus numerosos edificios históricos y calles arboladas.
En Gallery Row se centra la floreciente escena artística, representativa de la modernidad de Lancaster. Puedes comprar obras de arte o productos únicos, o visita el centro para hallar numerosas tiendas boutique y restaurantes exclusivos.
Al circular fuera de la ciudad, pon atención y podrás ver caballos y carruajes de las comunidades amish y menonitas, quienes cultivan las tierras de los alrededores de la misma manera en que lo han hecho desde hace siglos. Entre la primavera y el otoño puedes visitar la Granja Plain and Fancy para aprender más acerca de una típica comunidad amish y disfrutar de comida traída directamente del campo a tu mesa. Puedes comprar cobertores amish tejidos a mano en los puestos de la zona.
Los amish también venden sus productos en el Mercado Central de la ciudad. Este mercado establecido en 1730 es uno de los mercados de agricultores más antiguos de los Estados Unidos. Puedes visitarlo los martes, viernes y sábados de todo el año para comprar productos locales frescos y souvenires hechos a mano.
Muchas otras atracciones de Lancaster son famosas por estar entre las más antiguas de los Estados Unidos. Súbete a la locomotora de vapor Strasburg Rail Road, uno de los primeros ferrocarriles de corta distancia del país, o acude a una función en el Teatro Fulton, el teatro en funcionamiento más antiguo del país. Visita Landis Valley Village & Farm Museum (Pueblo y museo agropecuario de Landis Valley), cuyas recreaciones hacen que la rica historia del lugar cobre vida.
La ciudad de Lancaster es pequeña, por lo que es fácil recorrer sus 3.2 kilómetros de extensión a pie, aunque lo más recomendable es usar un coche para transportarte, especialmente si deseas visitar algunas atracciones cercanas como las históricas calles de Lititz o los poblados de Bird-in-hand e Intercourse.
Si prefieres no manejar, la mejor forma de llegar a Lancaster es por tren, a 129 kilómetros (80 millas) al este de Filadelfia, o desde alguna otra ciudad de la costa este. La colorida ciudad de Lancaster es ideal para visitarla todo el año gracias a su clima relativamente templado y su abundancia de atracciones bajo techo.