Lille es una ciudad con una arquitectura impresionante, la cual hace tiempo dejó de ser solo una metrópolis industrial. Actualmente esta es una de las áreas metropolitanas más grandes de Francia y cuenta con todas las comodidades de una zona comercial, además de los elementos que muestran su patrimonio antiguo y su impresionante paisaje flamenco. Pasea por las calles antiguas de la ciudad para observar una variedad impresionante de edificios patrimoniales, donde hay diferentes museos, galerías, hoteles y restaurantes. Prueba los platillos tradicionales de la región y disfruta la vida nocturna de la ciudad, impulsada por la gran comunidad estudiantil.
Camina por las calles históricas de La Vieja Lille y observa los edificios de influencia flamenca que muestran la historia del antiguo gobierno español holandés en la ciudad. Camina por las calles de piedra y observa las fachadas de ladrillo café y rojo, así como los edificios de piedra arenisca dorada. Uno de los ejemplares más destacados es el Palacio de Bellas Artes, un museo maravilloso lleno de obras de Goya, Rembrandt y Rubens, que forman parte de una de las colecciones de arte más grandes de Francia. Observa una colección de obras de arte contemporáneo en el museo Lille Métropole(LaM).
Lille es un lugar fantástico para ir de compras, pues su patrimonio está estrechamente vinculado con la industria textil. Visita las grandes tiendas y las boutiques de los diseñadores innovadores. La Grande Braderie es un tianguis muy popular que atrae a miles de personas hacia las calles peatonales de la zona antigua durante el primer fin de semana de septiembre. También puedes visitar el mercado animado de Marché de Wazemmes en cualquier época del año. Aquí puedes comprar toda clase de cosas útiles, desde productos frescos hasta muebles y aparatos electrónicos.
Visita los jardines botánicos bellamente conservados de Lille, donde hay un jardín medicinal y un jardín que data del siglo XVI. El parque público más grande y el pequeño zoológico de Lille se encuentran en el interior de las enormes murallas de la Ciudadela, que data del siglo XVII.
Relájate en una de las cafeterías tradicionales ubicadas en las terrazas de Lille. Prueba los platillos típicos de la región, como la carne guisada en cerveza o los tradicionales mejillones con papas fritas, que son famosos en toda Bélgica.
Puedes llegar fácilmente a Lille al tomar un vuelo hacia el aeropuerto internacional de la ciudad. Esta ciudad se encuentra en el triángulo de vías ferroviarias que conectan a París, Londres y Bruselas. En lugar de pasar de largo, quédate un tiempo en Lille para disfrutar los encantos de esta ciudad animada del lejano norte de Francia.