La Catedral Metropolitana de Liverpool es una maravilla de la arquitectura: una gran estructura de concreto con la forma de un tipi. En su interior, la vasta nave y los fabulosos vitrales también te impresionarán.
Los planos originales de la catedral fueron realizados por Sir Edwing Lutyens, pero la construcción se detuvo por el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la falta de financiamiento. En 1960, el proyecto fue renovado y se lanzó una competencia que invitaba a los arquitectos a enviar sus diseños. El arquitecto del Aeropuerto de Heathrow, Sir Frederick Gibberd, ganó y la catedral se consagró en 1967.
Levanta la mirada y admira la torre con forma de chimenea, la cual está repleta de fragmentos de vidrios de colores. Los lugareños la llaman Paddy's Wigwam ("wigwam" significa "tienda india") en referencia a su característica forma.
Ingresa a la enorme nave circular, rodeada de nueve capillas. Quizás lo más llamativo del interior sea el uso de los vitrales. Los vitrales verticales se extienden desde el suelo hasta arriba e irradian luces de tonalidades azules y violetas. En lo alto, los vitrales de la torre central proyectan un caleidoscopio de colores en el interior de la catedral. También encontrarás vitrales más pequeños distribuidos por todo el edificio.
Contempla las obras de arte religioso en las paredes y haz una parada en el altar de mármol blanco, ubicado en el centro de la catedral.
Desciende por la escalera de caracol hasta la cripta. Esta es la única parte del diseño original de Lutyens que llegó a construirse, y se caracteriza por su enladrillado y los techos abovedados. Ya que estás aquí, echa un vistazo a las vasijas y las vestiduras sagradas del Tesoro. La gran cripta cuenta con espacio para varios cientos de personas y es utilizada como escenario para conciertos en algunas ocasiones. Visita el sitio web de la catedral para ver si hay alguna presentación durante tu estancia en la ciudad.
La Catedral Metropolitana de Liverpool se encuentra a aproximadamente 10 minutos a pie del centro de la ciudad. También podrás llegar mediante varias líneas de camión. Si estás en auto, encontrarás un estacionamiento subterráneo donde podrás dejar tu vehículo sin cargo. La catedral abre todos los días y la entrada es gratuita. Debes pagar un módico precio para entrar a la cripta, la cual cierra los domingos.