Simplemente magnífica. La casa perfecta, mezcla lo rural del diseño, con modernidad en el interior, sin faltar ninguna prestación. Lo mejor, las vistas desde el jardín, sensacionales, como estar en plena montaña. Nuestras hijas de 20 años, que buscaban relajación y contemplación, llegaron a decir, lo mejor del viaje a Euskadi, la casa, con esto está todo dicho. Y mira que Euskadi es una maravilla.