Visita la mina de sal Wieliczka y párate debajo de los centellantes candelabros de la Capilla de Santa Cunegunda. Podrás imaginar que estás en una de las grandes catedrales de Europa. El hecho de que estás bajo tierra y que casi todos los relieves, estatuas y candelabros están hechos de sal hace que el espectáculo sea aún más impresionante. Explora más allá del laberinto salino para que descubras un lago subterráneo, numerosas esculturas y un museo que registra la historia de 700 años de la mina.
La mina de sal Wieliczka fue creada en el siglo XIII y alguna vez fue uno de los mayores productores de sal de mesa del mundo. Es una de las minas más antiguas en el mundo. Con 287 kilómetros (178 millas) de pasadizos, también es una de las más grandes.
Podrás visitar la mina durante un recorrido guiado solamente. Desciende los 378 escalones de una escalera de madera. Llegarás al primer nivel, 64 metros (209 pies) bajo la tierra. La visita guiada cubre una caminata de tres kilómetros (dos millas). Ésta te llevará a una profundidad total de 135 metros (443 pies).
Tómate tu tiempo para que admires los relieves y estatuas que flanquean los túneles. Ve iconografía sacra, como escenas de la Última Cena, junto a figuras más alegres como Blanca Nieves y los Siete Enanos. Hay tres capillas talladas en sal, que incluyen a la magnífica Capilla de Santa Cunegunda. Sigue la evolución de 700 años del equipo de minería usado por los mineros de sal en el museo que está al final del recorrido. Prueba la comida del restaurante subterráneo será sazonada con sal de la mina.
La mina de sal Wieliczka abre todos los días del año, con excepción de algunos días festivos oficiales. Está a diez kilómetros (seis millas) al sudeste de Cracovia. Llega en coche rentado, tren o minibús. Hay que pagar una cuota para entrar y para las visitas guiadas. Reserva con anticipación los recorridos en línea o en la entrada en el día de tu visita.
