El Mirador de San Nicolás es una plaza en lo alto de una colina, en uno de los puntos más elevados de Albaicín, el antiguo barrio moro de Granada. Este famoso mirador tiene una vista panorámica de la ciudad, la magnífica fortaleza y el palacio de la Alhambra, la Vega de Granada y los picos nevados de la cadena montañosa Sierra Nevada.
Este es un lugar para quedarse. Te recomendamos tomarte tu tiempo para apreciar la vista. La mayoría de las personas que visitan Granada vienen a este lugar, como mínimo, una vez. Por eso, es posible que debas esperar unos minutos antes de poder contemplar la mejor vista. La encontrarás junto a la pequeña pared de piedra frente al palacio y las montañas.
Cuando hayas terminado de admirar la vista, disfruta de la animada atmósfera de la plaza. Los músicos y artistas callejeros suelen actuar aquí. Por lo menos, encontrarás a alguien que toque una suave pieza de flamenco con la guitarra. Prepara tu propio picnic, prueba unas tapas en un bar cercano o deléitate con una comida en uno de los varios restaurantes, que tienen una vista inolvidable.
Enseguida, puedes ver las artesanías y souvenirs locales en los puestos de los artesanos. Visita la Iglesia de San Nicolás, que data del siglo XVI, en la parte trasera de la plaza. Otro sitio religioso del lugar es el santuario de San Cecilio, el santo patrono de Granada. Se trata de un misionero cristiano del siglo I y el primer obispo de la ciudad. Su capilla está ubicada en una angosta callecita empedrada, denominada Callejón de San Cecilio.
El Mirador San Nicolás es muy visitado durante todo el día, sin importer la estación del año. Si quieres tomar la mejor foto, visita el lugar al atardecer, cuando el sol se esconde entre las montañas y la Alhambra es iluminada con la luz dorada en la colina de al-Sabika. Presta atención a tus pertenencias, dado que los carteristas se aprovechan de la distracción del público cautivado por la vista.
La forma más sencilla de llegar al Mirador de San Nicolás es caminar por las calles empedradas y sinuosas desde Albaicín. Si caminas a un ritmo constante, te tomará entre 15 y 20 minutos. O bien, toma un autobús desde la Plaza Nueva, aunque debes tener en cuenta de que se trata de un recorrido con mucho movimiento y sinuoso.