Visita el Monumento a la Revolución al amanecer o al atardecer para admirar su tamaño. La enorme construcción de estilo art decó se eleva sobre los otros edificios de la zona. Pasea por la amplia Plaza de la República ubicada frente al monumento, o bien visita el monumento cuando la plaza está llena de manifestantes marchando, acampando o mostrando su solidaridad a las víctimas de la opresión.
El Presidente Porfirio Díaz planificó la construcción de un impresionante palacio legislativo en este lugar y eligió a un arquitecto francés para dar a conocer al mundo la sofisticación de México. El presidente colocó la primera piedra en 1910 y se levantó una estructura interna de acero con una emblemática cúpula. Sin embargo, las obras se frenaron cuando la revolución limitó la disponibilidad de recursos. En la actualidad, podrás ver la cúpula sobre una estructura muy diferente a la visión original del presidente.
Después de la revolución, en lugar de desmontar los soportes abandonados del edificio, el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia obtuvo la aprobación para levantar un monumento a la revolución que incorporara la cúpula que todavía seguía en pie. La construcción duró desde 1933 hasta 1938 y tuvo como resultado el monumento que puedes ver en la actualidad, el cual se levanta sin nada a su alrededor en esta parte del centro histórico de la Ciudad de México. Imagina el suntuoso palacio que existiría en este lugar si la revolución nunca hubiese ocurrido.
Presta atención a las esculturas en la cúpula de cobre que representan la Independencia y las Leyes Agrarias, las Leyes de la Reforma y las Leyes Laborales que se consiguieron con el esfuerzo de los revolucionarios. El monumento también funciona como mausoleo, ya que guarda los restos de algunos de los revolucionarios más influyentes, como Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Visita el Museo de la Revolución que también encontrarás en el monumento.
El Monumento a la Revolución es una enorme estructura ubicada en la Plaza de la República en el centro histórico de la Ciudad de México. Refréscate en las pequeñas fuentes de la plaza o averigua si hay algún festival cultural o musical programado durante tu visita. Viaja en metro hasta la estación Revolución. Pasea por la Avenida Reforma bordeada de árboles o cruza la calle y camina aproximadamente 10 minutos hasta llegar a otras atracciones culturales en la Alameda Central.