El Bosque Muir es un paraíso de secuoyas de 223 hectáreas (550 acres) de extensión, lleno de árboles monumentales que llegan a medir 70 metros (230 pies) de altura o más. Siéntate y observa cómo baila la luz del sol entre las ramas de estos colosales gigantes que han sobrevivido al paso de los siglos: se calcula que los árboles más antiguos tienen al menos 1,200 años.
Los valles costeros del norte de California solían estar cubiertos con secuoyas, pero muchos fueron talados años atrás. A principios del siglo XX, el Bosque Muir casi sufre un destino similar. Se consideró como un territorio ideal para construir una presa, lo que hubiera inundado y acabado con los árboles. Por suerte, el congresista William Kent y su esposa compraron los terrenos y los donaron al gobierno federal.
En 1908 el presidente Theodore Roosevelt declaró a esta asombrosa área como un monumento nacional. Se nombró en honor al naturalista John Muir, cuyo trabajo ayudó a establecer el sistema de parques nacionales.
No necesitas equipo profesional ni mucho menos para disfrutar de un recorrido por los senderos entre estos majestuosos árboles. A lo largo de 10 kilómetros (seis millas) de caminos arbolados, puedes hacer excursiones con diferentes grados de longitud y dificultad. Algunos caminos incluso están pavimentados la mayoría están nivelados y son fáciles de recorrer. De hecho, hay caminos de hasta 2.4 kilómetros (1.5 millas) a los que puedes acceder en silla de ruedas. Descarga un mapa del sitio Web del Servicio de Parques Nacionales (National Park Service) o toma uno de los que ofrecen en el centro de visitantes en la entrada del bosque.
Pasar tiempo entre las formidables secuoyas te dará la pacífica sensación de estar en un retiro natural, incluso cuando te encuentras apenas a 27 kilómetros (17 millas) en coche desde el centro de San Francisco. El bosque suele estar más concurrido los fines de semana de verano, así que los mejores días para disfrutar la serenidad del bosque es de lunes a viernes, o muy temprano o ya tarde los fines de semana.
El parque está abierto todos los días y durante todo el año, pero el ambiente es más bien frío y húmedo, así que usa ropa abrigadora. Está prohibido organizar días de campo en el parque, ya que la basura y los alimentos humanos podrían dañar la vida salvaje. Sin embargo, un café cerca de la entrada vende bebidas y botanas saludables.