El Faro a Colón es un gran monumento en homenaje a la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Esta enorme construcción de concreto no luce como un faro típico, sino que parece un mausoleo o una pirámide en forma de cruz. Haz un recorrido por la imponente fachada, explora el museo interno o sube hasta la cima del monumento para contemplar una vista inolvidable de Santo Domingo.
El arquitecto escocés J.L. Gleave diseñó el Faro a Colón en 1931. Sin embargo, la construcción finalizó en 1992, justo a tiempo para el 500 aniversario del descubrimiento de América. El costo total de este proyecto fue de $70millones.
Una gran cruz de hormigón de 210metros (680ft) de largo se eleva a diez pisos de altura en un diseño escalonado similar al de una pirámide maya. Pasa un tiempo en los parques que rodean el Faro a Colón para apreciar su escala y su grandeza y, además, aprovecha a tomar fotos hermosas.
Luego, recorre el museo interior, donde se exhiben objetos procedentes de las Américas, China y España. Observa obras de arte decoradas en plata y oro. Admira las réplicas de las tres naves que transportaron a Colón y su tripulación a través del Atlántico y un cofre que, según la creencia, contiene los huesos del explorador.
Contrata un guía local para que te muestre todas las instalaciones. Los guías pueden llevarte hasta la azotea del faro. Desde allí, podrás obtener una vista majestuosa de la ciudad de Santo Domingo y otros sectores.
El monumento se ilumina por la noche en ocasiones especiales, como el carnaval en febrero. Más de 150luces apuntan hacia arriba y forman una cruz en el cielo que puede observarse desde Puerto Rico. Si bien esto no sucede con mucha frecuencia debido a las restricciones energéticas de la ciudad, ver el faro encendido por la noche es una de las atracciones más destacadas de Santo Domingo.
El Faro a Colón está cerrado los lunes. La entrada al castillo tiene costo. Puedes contratar un guía local con un costo adicional. Puedes llegar al monumento en taxi o en camiones locales.