Visita el Museo de Historia Natural de Viena y párate frente a los enormes esqueletos fosilizados de un diplodocus o un iguanodonte e imagina qué espectáculo hubiera sido ver a estas criaturas con vida. Después, maravíllate con la gama de colores que te ofrecen las exposiciones de minerales y gemas. En otra parte encontrarás fósiles y modelos de animales extintos hace muchos siglos, así como fascinantes ejemplos de arte prehistórico.
El Museo de Historia Natural (Naturhistorisches Museum) fue fundado a finales del siglo XIX. La colección actual consiste en más de 30 millones de artefactos, haciendo de esta una de las mayores colecciones de historia natural en el mundo. Alrededor de 40 salones de exposiciones dentro del antiguo edificio de palacio proporcionan bastante espacio para hacer detalladas observaciones de la evolución de la vida en la tierra y de la composición de nuestro planeta.
Si te llama la atención la época de los dinosaurios, debes visitar el piso superior. Junto a los enormes esqueletos fosilizados encontrarás muestras computarizadas que te permitirán ver cómo lucían las criaturas prehistóricas, cómo se movían y cómo vivían en sus hábitats. Admira la Venus de Willendorf. Esta pequeña figura femenina es extraordinaria: se piensa que esta estatuilla tallada de piedra caliza tiene por lo menos 24,000 años de antigüedad.
Pasea por los salones que muestran brillantes minerales y ve una de las mayores colecciones de meteoritos en el mundo. Admira un cristal de topacio que pesa 117 kilogramos (257 libras) y un ramillete hecho con diamantes y gemas preciosas. María Teresa, la emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico del siglo XVIII, mandó hacer el ramillete para su esposo. Continúa con la extensa colección de plantas y animales, que incluye algunos que han estado extintos por décadas.
Para descubrir más, participa en una de las varias visitas guiadas. Una de estas es el recorrido Over the Roofs (sobre los tejados) que termina en la terraza del techo del museo y te ofrece vistas únicas de toda Viena.
La entrada al Naturhistorisches Museum está en Maria-Theresien-Platz, muy cerca de la Ringstraße. La entrada cuesta una módica suma. Toma en cuenta que el museo cierra los martes. Las visitas guiadas del museo están disponibles en inglés en días selectos por una cuota adicional y se pueden realizar sin reservación. El café en el Salón de la Cúpula sirve típicos pastelillos vieneses.