Está situada entre las montañas costeras del norte de California es un suntuoso deleite de esplendor natural con sus onduleantes colinas y campos cubiertos de flores silvestres, restaurantes de alta cocina, modestas posadas con desayuno incluido y relajantes spas. Todo esto en las 18,000 hectáreas (45,000 acres) de viñedos. El sol baña la región todos los días y las noches son frescas, de manera que el clima es perfecto para elaborar vino, pero también para pasear en bicicleta, coche convertible o limusina.
Hay cientos de bodegas, que van desde las cavas en las granjas familiares hasta las amplias grutas de las grandes empresas. El suelo de Napa es perfecto para cultivar una extensa variedad de uvas con las que se elaboran vinos de todas clases, desde champañas hasta Chardonnay y Zinfadel. Seguramente encontrarás algo para tu paladar.
Muchos de los viñedos abren sus puertas a los visitantes para ofrecerles catas de vino y tours por sus terrenos. Aprende cómo se produce el vino y cómo combinar sus diferentes variedades con distintos platillos. Algunas de las grandes casas productoras tienen espectaculares jardines y cuevas. ¡Incluso verás algunos castillos! Si necesitas un descanso, consiéntete con uno de los placeres más sencillos del Valle: siéntate en el patio de un viñedo y disfruta de la vista con una copa de vino en la mano, bajo el tibio sol de California.
La historia vinícola de Napa se remonta a 1836, cuando uno de los primeros colonizadores, George Calvert Yount, plantó el primer viñedo en el valle. El moderno pueblo de Yountville lleva su nombre y en él encontrarás tiendas y restaurantes de lujo, así como encantadoras posadas.
En este lugar puedes deleitarte en restaurantes galardonados con la estrella Michelin, spas que ofrecen tratamientos faciales a base de vino y una visita guiada en limusina por las numerosas bodegas. Así podrás relajarte sin necesidad de manejar.
Napa Valley está a solo una hora al norte de San Francisco en coche.