La casa es estupenda, y a pesar de estar en París es muy tranquila, al estar en un jardín. La casa está muy bien equipada, a 100 metros de la parada de metro de Alejandro Dumas, y de supermecados y restaurantes. La propietaria es encantadora, y a pesar de llegar con bastante retraso debido a la huelga de controladores franceses, no tuvimos ningún problemas para que nos recibiera. La casa estaba muy limpia, las camas comodísimas y el altillo de la segunda habitación hizo las delicias de los niños, eso y el gato cocorico que nos recibía todas las tardes en el jardín. Absolutamente recomendable.