El Campón de Samartin ha sido un sitio idílico para nuestra estancia en Asturias. El primer día, llegamos un poco tarde, ya que después de un viaje de 8 horas, decidimos hacer una parada para comer en Llanes, por lo cual llegamos sobre las seis de la tarde a Samartin. Y allí estaba Inés con la mejor de sus sonrisas dándonos una gran acogida. Primero nos enseñó la casa, dónde estaba cada cosa, y después nos dió algunas referencias de sitios que visitar, etc... La casa está en una pequeña aldea donde se respira aire puro....y muchísima tranquilidad!!!! La casa consta de todo lo necesario, vajilla, sartenes, ollas, ropa de cama, toallas...pero haría mención especial a la limpieza!!! Sólo tenemos buenas palabras de nuestra estancia en el Campón de Samartin l , sin duda alguna, si volvemos a Asturias, no lo dudaremos, elegiremos una vez más el Campón de Samartin l.