La Plaza Notre Dame es una de las áreas más alegres e interesantes del centro histórico de Grenoble. La principal característica de la plaza es la enorme torre de caliza y ladrillos de la Catedral de Grenoble. Esta catedral, junto con la Iglesia de San Hugo de Grenoble y el antiguo baptisterio forman el emblemático complejo catedralicio de la plaza. Bebe un café en uno de los agradables bares que rodean la plaza y mira a la gente pasar o explora los fascinantes edificios históricos, muchos de los cuales fueron construidos en el siglo XII.
Mientras recorres la plaza, echa un vistazo a la Fontaine des Trois Ordres (Fuente de las Tres Órdenes), que fue tallada por el escultor Henri Ding en el siglo XIX. La fuente de piedra y bronce representa a tres hombres: un plebeyo, un clérigo y un noble. Fue erigida en 1897 para rendir tributo a los acontecimientos previos a la revolución de 1788.
Junto a la Catedral de Grenoble encontrarás la Iglesia de San Hugo. Esta iglesia forma parte de un sistema de iglesias dobles junto con la catedral, aunque se desconoce el propósito original de esta construcción del siglo XIII. Recorre el interior de la iglesia. Admira la hermosa pintura del siglo XVIII titulada El Lavado de Pies. La iglesia también cuenta con una impresionante pila bautismal que fue utilizada para el bautismo del famoso novelista francés Stendhal.
No te pierdas una de las atracciones más fascinantes de la plaza, el Musée de l’Ancien Évêché (Museo del Antiguo Obispado). Este museo funcionó como el hogar de los obispos de Grenoble hasta el año 1906 y ahora cuenta con una excelente colección que relata la historia de Grenoble desde sus primeros habitantes hasta el siglo XX. En la segunda planta encontrarás elaborados paneles para pisos hechos con mosaicos, armas de la Edad de Bronce, objetos romanos y joyas de jade del período neolítico.
Dirígete al sótano del museo y estarás debajo de la Plaza Notre Dame. Aquí podrás ver los restos de las murallas romanas del siglo III de la ciudad y un baptisterio del siglo IV, ambos muy bien preservados.
Para llegar a la Plaza Notre Dame, toma el tranvía o un camión hasta la parada del Museo de Notre Dame. Puedes estacionar en la Plaza de Lavalette, no muy lejos de allí. La entrada al museo y otras atracciones históricas es gratuita.