Pasa una tarde de reflexión rodeado de la tranquilidad de la Plaza de Carlos, también conocida como Karlovo Náměstí. Pasea por los senderos bordeados de árboles mientras observas las esculturas de reconocidos personajes de la cultura popular checa. Presta atención a los edificios barrocos y renacentistas, típicos de la arquitectura de Praga.
El rey Carlos IV ordenó la construcción de la Plaza de Carlos en 1348 para que sirviera como punto de referencia en la Ciudad Nueva de Praga. Antes de convertirse en un parque en el siglo XIX, fue utilizada como mercado de ganado desde el siglo XV. Aprende sobre su oscuro pasado. La leyenda dice que la plaza solía funcionar como campo de ejecución. Se dice que aristócratas y clérigos rebeldes pasaron a mejor vida en este lugar.
El parque es un lugar ideal para relajarte durante algunas horas en cualquier época del año. En la primavera y el verano, los arriates florecen con alegres colores. En el otoño, el follaje crea un atractivo entorno para la arquitectura de los alrededores. Visita el parque en el invierno, cuando la nieve le otorga un encanto romántico. Toma asiento en una banca y disfruta de un momento de paz, lejos de las multitudes del centro histórico de Praga.
Observa la colección de estatuas de la plaza que representan a conocidos personajes del país. Algunos de ellos son el compositor checo Vítězslav Hálek y el anatomista Jan Evangelista Purkyně. También podrás ver estatuas de la autora Karolina Světlá y la escritora feminista Eliska Krásnohorská.
Camina hacia el extremo norte de la plaza, donde podrás ver el Ayuntamiento de la Ciudad Nueva de estilo renacentista. Echa un vistazo a las exhibiciones de arte temporales y únete a un tour guiado de la torre de 70 metros (230 ft) de alto, a la que llegarás tras subir una escalera de madera. En el extremo opuesto se encuentra la Casa Faust, una mansión barroca asociada con la magia negra y el demonio. Asegúrate de visitar la Iglesia de San Ignacio, uno de los primeros edificios barrocos de Praga.
La Plaza de Carlos está situada en la Ciudad Nueva de Praga y puedes llegar fácilmente con el metro y los tranvías. La estación de metro Karlovo Náměstíse encuentra a solo cinco minutos a pie. Además de los edificios históricos, echa un vistazo a la variedad de bares, cafés y restaurantes ubicados en las calles de los alrededores de la plaza. Ten cuidado con los carteristas si visitas la plaza de noche.