Un lugar increíble para repetir una y 100 veces más... Rodeada de naturaleza, entre mar y montaña,en una casa rústica y calida, muy bonita,decorada con mucho gusto. Las vistas desde el porche son de película con esos ventanales. Benjamin y su padre, Pedro, son encantadores, y nos hicieron la estancia aún más agradable, fueron muy atentos con nosotros.
Está muy bien situada y ojalá podamos volver pronto para disfrutarla una vez más. La verdad es que nos fuimos muy contentos.