Primosten es una pequeña localidad en una modesta península. Visita la zona y recorre sus increíbles viñedos, elegantes olivares y encantadoras playas de agua cristalina. Podrás conocer iglesias antiguas, nadar en el mar Adriático y degustar vinos famosos de la región.
Antiguamente, la península era una isla que se conectaba con el continente a través de un puente levadizo que permitía impedir los ataques de los invasores turcos. En la actualidad, se puede cruzar a través de un terraplén permanente y no queda ningún rastro del antiguo puente. Cuando los turcos dejaron de ser una amenaza, la isla se convirtió en una península.
Comienza tu recorrido por las calles adoquinadas del centro histórico, con varios edificios medievales y casas de piedra tradicionales. En especial, contempla la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, que data del 1553. Dirígete también hacia el punto más alto del centro histórico para ver la iglesia de San Jorge, que data del siglo XV. Además, podrás explorar el cementerio que se encuentra al lado y disfrutar de una magnífica vista a la costa. Durante las noches de verano, podrás aprovechar al máximo la animada vida nocturna de la ciudad.
Si quieres conocer una playa rodeada de bosque, dirígete al norte de la península de Raduča, aunque si prefieres un ambiente más tranquilo, toma un taxi acuático hacia alguna de las islas de los alrededores. Entre los destinos más populares para pasar el día se encuentra Smokvica Vela, una isla conocida por su tranquila playa nudista.
Si eres amante de los vinos, aprovecha para visitar los viñedos de la zona, donde predomina la uva tinta Babić. Además, podrás conocer más acerca de la elaboración del vino local y sus principales varietales en sus bodegas de vino tradicionales. El proceso de elaboración del vino existe desde el siglo VIII a. C. en pequeños lotes separados por muros de piedra. La zona tiene varios restaurantes, muchos de los cuales ofrecen comida casera. Prueba las delicias regionales, como el jamón dálmata ahumado y mariscos asados.
Primosten se encuentra a unos 28 kilómetros (17 mi) al sur de Šibenik. La mejor época para visitar esta ciudad es durante los meses de verano. Aunque las playas pueden estar bastante concurridas, el ambiente es más animado, la temperatura es ideal y todas las instalaciones están abiertas. Puedes llegar en coche o en autobús desde SplitSe abre en una nueva ventana o Šibenik. Además, esta pequeña ciudad es ideal para recorrer a pie.