El Puente de Crimea, o Krymsky Most, es el primer puente colgante de Moscú y uno de los puentes de cadena más grandes de Europa. Admira su arquitectura única desde lejos y, luego, pasea por el puente para contemplar algunas de las mejores vistas de la ciudad.
El puente actual es el cuarto puente que existe en este mismo lugar. Fue construido en 1938 y cruza el río Moscova. Su nombre proviene de las hazañas militares de los tártaros de Crimea, quienes cruzaron el río cerca de este lugar al acercarse a Moscú.
En la actualidad, tanto vehículos como peatones pueden cruzar por el puente. El cruce suele estar bastante congestionado ya que es parte del Anillo de los Jardines, una importante carretera de la capital rusa. Pasea por el puente para contemplar las vistas en ambas direcciones del río Moscova. Haz una pausa a la mitad del puente para intentar identificar los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Contempla los domos dorados de la Iglesia de Cristo Salvador y admira los característicos chapiteles del edificio principal del Kremlin. Toma fotografías mientras recorres este emblemático lugar.
Sube a bordo de un crucero por el río para disfrutar de una perspectiva diferente del puente y contemplar las vistas de Moscú desde el agua. Al pasar debajo del puente, presta atención a los enormes cables de suspensión, que ayudan a sostener la calzada. Vuelve al puente por la noche para verlo iluminado y admira las luces doradas que se reflejan en el río Moscova y crean una hermosa imagen digna de una postal.
El Puente de Crimea también es una agradable carretera que puedes usar para llegar a otras atracciones de la zona. Hacia el norte se encuentra el Parque de la cultura y el ocio Gorki y el Parque de los monumentos caídos, donde se encuentra la Galería Tetryakov, que se especializa enarte del siglo XX. Para llegar al puente, viaja hasta la estación de metro Park Kultury al sur, o bien hasta la estación Oktyabrskaya en el extremo norte del río.