Tómate un respiro del ajetreo del centro de Sídney en los hermosos Reales Jardines Botánicos. Con parcelas de flores visualmente asombrosas, intrigantes obras de arte repartidas por todos los jardines y un fácil acceso a atracciones cercanas, es un buen complemento para cualquier itinerario.
Ubicado en terrenos que se consideraron muy poco fértiles para la agricultura, este ambiente es prueba de la determinación del botánico del siglo XIX Charles Fraser, quien es famoso por haberle dado nombre a miles de plantas australianas. Él desarrolló el suelo infértil y recolectó y estudió la fauna que hizo de este lugar en un jardín reconocido a nivel mundial. Ven a ver los frutos de su trabajo, como las majestuosas higueras de la bahía Moreton que ahora dominan el paisaje.
Da un paseo por una de las exposiciones florales, como el Jardín de Camelias, el cual cuenta con muchas especies diferentes de hermosas flores australianas. Visita el Jardín de Begonias, donde podrás conocer cómo cultivar tus propias begonias. Camina por el Palace Rose Garden, con sus 1,800 rosas. Los letreros brindan información sobre las especies de flora, y las bancas son un excelente lugar para descansar.
Ve algunos de los árboles nativos más hermosos de Australia en la caminata por la selva tropical. La Arboleda de Palmeras tiene una de las mejores colecciones de palmeras de Australia. El raro pino Wollemi y los jardines elegantemente cuidados de la Casa de Gobierno, al noroeste de los jardines, también valen la pena una visita.
Disfruta tu almuerzo en la tienda y restaurante del jardín central.
De lunes a viernes puedes participar en una visita guiada por los jardines para que conozcas la herencia aborigen del lugar. Como alternativa, toma un mapa en el centro de información y recorre tú mismo las espectaculares instalaciones de arte del jardín, incluidas las gigantescas esculturas de semillas de Bronwyn Oliver, junto al estanque principal.
Los Reales Jardines Botánicos están en el puerto de Sídney, a unos pasos de Circular Quay, en el centro. Ven en transbordador o toma el tren hasta Martin Place, unos 10 minutos a pie hasta los jardines. Si vienes en coche, paga tu estacionamiento en las calles cercanas.
Los jardines abren todos los días y la entrada es gratuita.