Visita la Sierra del Escambray, que es la segunda cordillera más grande de Cuba, para contemplar la belleza natural del Parque Nacional Topes de Collantes. Observa las especies exóticas de plantas y animales mientras las cascadas caen en las albercas naturales tibias.
Asciende a 800 metros (2,624 ft) sobre el nivel del mar en las montañas cubiertas de jungla para comenzar a explorar las maravillas naturales de esta región. Esta zona abarca unos 200 kilómetros cuadrados (77 sq mi) e incluye ocho parques menores, como el Parque Altiplano, el Parque Codina y el Parque El Cubano. Camina entre los imponentes árboles de caoba, pino y plátano silvestre para disfrutar los aromas de begonias, jengibre, jazmín y eucalipto. Aquí crecen orquídeas de colores brillantes y lirios de mariposa, al igual que más de 40 especies de café.
Elige entre la gran variedad de actividades al aire libre disponibles en el Parque Nacional Topes de Collantes. Camina por la gran red de senderos, pasea a caballo, nada en las albercas naturales, escala las cascadas, disfruta un picnic y observa la vida silvestre endémica. La región tiene una temperatura promedio anual de alrededor de 21 °C (70 °F), que es el clima ideal para disfrutar las diferentes opciones de ecoturismo.
Conoce la fascinante historia de este lugar tranquilo mientras lo exploras. En 1958, el Che Guevara acampó en este espeso follaje durante su recorrido hacia Santa Clara, además de que fue el escenario de varias campañas guerrilleras de los contrarrevolucionarios.
Visita el asentamiento de Topes de Collantes, que es el área urbana más grande de las montañas del Escambray y le da su nombre al parque. Visita el Museo de Arte Cubano Contemporáneo, disfruta una buena comida en los diferentes restaurantes, y prueba el café de la región en una de las cafeterías.
El Parque Nacional Topes de Collantes cuenta con acceso sencillo y está a solo 18 kilómetros (11 mi) de Trinidad. Renta un auto para visitar este sitio y contemplar las impresionantes carreteras panorámicas. Sube por la carretera de montaña, que está bien señalizada, y asegúrate de voltear hacia la Península de Ancón para contemplar sus magníficas playas.