Las ruinas del Fuerte de San Antonio, ubicadas sobre una roca frente al puerto del mismo nombre, incluyen los restos de una fortaleza construida en el siglo XVIII para defender la isla. El fuerte se construyó en forma de trapecio, rodeado por ocho cañones y dos construcciones, aunque actualmente solo quedan en pie los arcos y algunos muros solitarios. Contempla el hermoso paisaje del océano y los barcos de colores del puerto de San Antonio más allá de las ruinas.
Observa los arcos y las columnas de piedra desgastada que aún quedan en pie. Imagina cómo se veía el fuerte en toda su gloria hace siglos, cuando era una de las barreras de protección de la isla. El escudo de armas que alguna vez estuvo colocado encima de la puerta principal se envió al Museo de Historia Nacional de Río de Janeiro a finales del siglo XIX.
Toma fotos de tus amigos parados en los arcos y entre los restos del fuerte. Elige entre los diferentes paisajes hermosos, como Morro do Pico y la colina de Dois Irmãos, para el fondo de la foto. En la base de la colina hay un puerto y una pequeña playa. Encuentra el sitio ideal para disfrutar un picnic y observar a los pescadores en acción. Participa en una excursión de buceo o snorkel con una de las empresas operadoras de tours del puerto.
Descubre la encantadora capilla de San Pedro en los alrededores, sobre la colina verde. Contempla sus hermosas puertas talladas y visita el interior de la estructura sencilla. Disfruta el ambiente tranquilo y la vista del océano entre los arcos. Las embarcaciones que son demasiado grandes para este puerto se anclan en el agua azul brillante, más allá de las colinas llenas de musgo.
El fuerte se construyó originalmente en 1737, bajo las órdenes del ingeniero militar Diogo da SIlveira y el Teniente Coronel João Lobo de Lacerda. Puedes visitar las ruinas de forma gratuita a cualquier hora.
Las ruinas del Fuerte de San Antonio están ubicadas en la esquina noreste de la isla principal del archipiélago. Visita algunas de las atracciones que están en los alrededores, como el Museo de los Tiburones, la capilla de San Pedro y el puerto. Si vienes del pequeño pueblo de Vila dos Remédios, camina hacia el este siguiendo la costa para llegar aquí.