San Blas es una divertida zona llega de estudios de artistas, galerías, atracciones históricas y excelentes opciones para cenar y salir por la noche. Esta zona atrae a visitantes durante el día por sus pintorescas calles adoquinadas y curiosas tiendas, pero realmente cobra vida por la noche cuando sus bares y restaurantes irradian una energía contagiosa.
En la época de los incas, San Blas era uno de los 12 centros administrativos de Cusco. Tras la derrota de los incas en mano de los españoles, la arquitectura y cultura de la zona floreció con una combinación de influencias locales y españolas. Fue prácticamente destruido durante un terremoto en 1950 y las tareas de restauración continúan hasta la fecha. Muchas de las encantadoras casas coloniales de la zona fueron convertidas en modernas tiendas, restaurantes y hoteles.
La mayoría de las atracciones se encuentran cerca de la Plaza San Blas ubicada en la cima de la colina. Visita esta plaza un día sábado, cuando se instala un mercado al aire libre de joyas tradicionales y contemporáneas, obras de arte y artesanías. A menudo, se reúnen músicos para entretener a la gente mientras hacen sus compras.
Explora las agradables calles de la zona y presta atención al bello contraste entre los muros encalados y las puertas de color azul intenso de las casas de adobe. Echa un vistazo a los talleres de escultores, alfareros y tejedores. Las angostas calles solo para peatones son perfectas para un paseo durante la tarde. Busca los restos de murallas incas.
No te quedes sin visitar la Iglesia de San Blas, construida originalmente en el siglo XVI. El exterior de la iglesia es relativamente sencillo, pero una vez en su interior encontrarás un impresionante púlpito tallado a partir de un único tronco de cedro. Observa el maravilloso trabajo de enchapado en oro del altar principal de estilo barroco de la iglesia.
Visita la Plazoleta San Blas, ubicada en el lado sureste de la iglesia. Su hermosa fuente tiene la forma de una cruz inca. Vuelve por la noche, cuando la fuente está iluminada por un encantador juego de luces. Luego, disfruta de un trago en uno de los relajados pubs o bares de cocktails de la zona.
Para llegar a San Blas, sube las empinadas escaleras que nacen en la Plaza de Armas en Cusco. Para visitar la Iglesia de San Blas es necesario pagar un cargo.