Tiene unas vistas preciosas al embalse, el porche nos enamoró. La zona de piscina acogedora, aunque por el tiempo que hacía no la pudimos disfrutar mucho, pero estaba muy bien.
La cocina bien equipada, aunque echo de menos una mesa con 8 sillas (ya que la casa es para 8 personas), ya que para comer teniamos que meter sillas de fuera.
El propietario muy amable y servicial
En definitiva, muy recomendable